¿Cuáles son los nuevos instrumentos del BCE?

Para lograr su objetivo de estabilidad de precios, y ante la cercanía de los tipos de interés oficiales al límite inferior de los tipos nominales (véase ¿qué es el límite inferior efectivo de los tipos de interés?), a partir de 2008 el Banco Central Europeo (BCE) puso en marcha un conjunto de nuevos instrumentos de política monetaria. A estas medidas se les denominó originalmente como “medidas no convencionales”, si bien con el tiempo se han convertido en parte del instrumental convencional de política monetaria de los principales bancos centrales.

Aunque estas medidas no convencionales fueron diseñadas con carácter temporal como complemento a los tipos de interés oficiales del BCE, la caída del tipo de interés natural motivó que el BCE incorporara estos nuevos instrumentos a su “caja de herramientas” con el fin de mantener la estabilidad de precios. 

Con el estallido de la crisis financiera global en 2008, el BCE, que hasta entonces ofrecía crédito preestablecido a los bancos a través de subastas y a cambio de garantías, comenzó a proporcionar crédito a los bancos a un tipo de interés fijo. Bajo este enfoque, que se conoció en inglés como fixed rate full allotment (FRFA), la inyección de liquidez fue muy amplia. También se amplió la lista de activos elegibles que podían utilizarse como garantía (véase ¿Qué son los activos de garantía?).

Posteriormente, durante la crisis de deuda soberana, el BCE implementó medidas no convencionales para reducir las diferencias de financiación entre las empresas y familias de los diferentes países miembros. En mayo de 2010, el BCE lanzó el Programa para los Mercados de Valores (SMP por sus siglas en inglés, Securities Market Programme) con el que los bancos centrales del Eurosistema comenzaron a comprar títulos de renta fija con el objetivo de asegurar la liquidez en determinados sectores del mercado. Además, se anunciaron nuevas operaciones de financiación a más largo plazo con un vencimiento a 36 meses a finales de 2011.

El programa de compras SMP fue sustituido en septiembre de 2012 por el programa de Operaciones Monetarias de Compraventa (OMT por sus siglas en inglés, Outright Monetary Transactions), manteniendo los valores existentes en cartera en ese momento hasta su vencimiento. El programa OMT permitía la compra de bonos soberanos a un plazo de entre uno y tres años bajo determinadas condiciones para facilitar así la transmisión de las decisiones de política monetaria (para más información sobre las características técnicas de este programa puede consultarse la nota de prensa del BCE “Technical features of Outright Monetary TransactionsAbre en nueva ventana”, del 6 de septiembre de 2012).

En 2014, ante los riesgos deflacionistas presentes en la economía de la eurozona y unos tipos de interés cerca de su límite inferior efectivo, el BCE implementó un paquete de medidas no tradicionales comprendido, entre otras, por unas nuevas operaciones de financiación a más largo plazo con objetivo específico (TLTRO, por sus siglas en inglés, Targeted Long-Term Refinancing Operations) y un amplio programa de compras de activos, acompañado de la orientación de medidas o forward guidance. Adicionalmente, el BCE estableció tipos de interés negativos (NIRP, por sus siglas en inglés, Negative Interest Rate Policy), mostrando así que el límite inferior de los tipos de interés no era cero (como históricamente se pensaba), sino un número negativo. Así, el 11 de junio de 2014, el BCE recortó el tipo de interés de la facilidad de depósito en 10 puntos básicos (pb) hasta el -0,10 %, tras un periodo de 2 años durante el cual se había mantenido en el 0 %. Posteriormente, se implementaron ligeros recortes adicionales, manteniendo el tipo de interés de la facilidad de depósito en niveles moderadamente negativos.

Más recientemente, como consecuencia de la crisis del COVID-19, el Consejo de Gobierno del BCE inició un programa de compras de emergencia pandémica (PEPP) para contrarrestar los riesgos de esta crisis para el mecanismo de transmisión de la política monetaria en la zona del euro. Además, el Consejo de Gobierno anunció varios ajustes a las medidas no estándar ya existentes (véase ¿qué papel ha desempeñado el BCE en la crisis del COVID-19? para más detalle).

Tras más de una década de empleo de medidas acomodaticias, un incremento pronunciado de la inflación en la zona euro en 2021 motivó que el Eurosistema se embarcara en el proceso de normalización de su política monetaria. Y, con el fin de asegurar que su marco operativo continuaba siendo adecuado en este contexto, llevó a cabo una revisión de su marco operativo tras la que anunció que seguiría proporcionando liquidez mediante una gran variedad de instrumentos. Entre éstos, se prevén las operaciones estructurales de financiación a plazo más largo y una cartera estructural de valores.

Además, para apoyar la transmisión efectiva de su política monetaria a todos los países del área del euro, el Consejo de Gobierno cuenta con un Instrumento para la Protección de la Transmisión (Transmission Protection Instrument, TPI) el cual podría ser activado para contrarrestar dinámicas de mercado no deseadas o desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en el conjunto de la zona del euro (véase nota de prensa Archivo PDF: Abre en nueva ventana (217 KB) del 21 de julio de 2022).