Los activos de garantía son los instrumentos financieros que o bien se pignoran para garantizar la devolución de un préstamo, o bien se venden como parte de una cesión temporal.
Los activos de garantías pueden ser activos negociables (valores de deuda) o activos no negociables (derechos de crédito derivados de préstamos o créditos no hipotecarios).
De conformidad con el artículo 18.1 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales pueden operar en los mercados financieros comprando y vendiendo activos de garantía mediante operaciones simples o cesiones temporales. Además, exige que todas las operaciones de inyección de liquidez requieran activos de garantía proporcionados por las entidades de contrapartida.
Este requisito tiene por objeto proteger al Eurosistema de posibles riesgos financieros.