El cambio climático es una preocupación cada vez más importante para los ciudadanos que puede tener graves implicaciones para la inflación, la estabilidad financiera y el crecimiento. Por ello, los bancos centrales y los supervisores del sector financiero jugamos un papel relevante para, en el ámbito de nuestro mandato, hacer frente al mismo y favorecer la transición ecológica. Adicionalmente, el Banco de España ha emprendido una serie de acciones para reducir el impacto de su propia actividad en el medio ambiente, adoptando un firme compromiso mediante su Política de Sostenibilidad Corporativa. En definitiva, el cambio climático es un problema que nos concierne a todos.