El efectivo es el principal medio de pago en la zona del euro, ya que la gran mayoría de nuestros pagos diarios se realiza utilizando billetes o monedas. Además, está al alcance de todos y permite realizar pagos a quienes carecen de cuentas bancarias o tienen un acceso limitado a otros medios de pago, por lo que es clave para la inclusión social de personas vulnerables, como los ancianos o los colectivos de rentas bajas.
El efectivo cumple otras funciones y ofrece importantes ventajas:
- Asegura la libertad y la autonomía. Los billetes y las monedas son el único medio de pago que podemos utilizar sin necesidad de un equipo, electricidad o internet.
- Es de curso legal. Las tiendas o los restaurantes no pueden rechazar el efectivo, a menos que hayan acordado previamente con el cliente otro medio de pago.
- Asegura la privacidad. Las operaciones en efectivo respetan el derecho fundamental a la protección de datos y de la identidad y privacidad en asuntos financieros.
- Es inclusivo. El efectivo ofrece una opción de pago y ahorro a las personas con acceso limitado, o sin acceso a otros medios de pago electrónicos, por lo que es clave para la inclusión social de las personas.
- Ayuda a controlar el gasto. El efectivo permite controlar mejor el gasto, evitando gastos excesivos.
- Es rápido. Los billetes y las monedas permiten liquidar pagos inmediatamente.
- Es seguro. El efectivo ha demostrado ser seguro frente a la ciberdelincuencia, el fraude y la falsificación. Y como es dinero del banco central no entraña riesgos financieros ni para el pagador ni para el receptor.
- Es un depósito de valor. El efectivo es algo más que un instrumento de pago. Permite a las personas guardar dinero para ahorrarlo sin riesgo de quiebra.