¿Qué es un banco central?

Un banco central es una institución pública encargada de la política monetaria, así como de otras funciones que varían entre distintas jurisdicciones.

Los bancos centrales no son como los bancos comerciales donde depositamos nuestros ahorros, ni tampoco ofrecen cuentas corrientes o préstamos al público, sino que funcionan como un banco para los bancos comerciales. Los bancos comerciales pueden acudir al banco central para pedir prestado o depositar su liquidez en forma de “reservas bancarias”. A través de estas, el banco central juega asimismo un papel crucial en la gestión y liquidación de los pagos entre bancos comerciales, lo cual a su vez es vital para los pagos entre ciudadanos y empresas con cuenta corriente en distintos bancos. Además, los bancos centrales son los únicos que pueden emitir dinero circulante y crear nuevas reservas, que son los dos componentes de la base monetaria (véase “¿cómo se crea el dinero?”).

Otra característica importante de los bancos centrales es que su objetivo no es la rentabilidad de sus accionistas (los gobiernos, normalmente), sino garantizar la estabilidad de precios, la cual es fundamental para lograr un crecimiento económico estable.

En el área del euro, la autoridad monetaria es el Eurosistema, formado por el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales nacionales (BCN) de los países del área del euro (incluido el Banco de España).