Aunque el Banco Central Europeo (BCE) no fija el tipo de cambio del euro, sí puede influir indirectamente en él a través de su política monetaria.
En el ejemplo del dólar/euro (véase ¿qué son los tipos de cambio?), si el BCE aumenta sus tipos de interés oficiales (y suponiendo que el banco central de EE.UU., la Reserva Federal, no realizase cambios en su tipo de interés), el euro se volverá más atractivo para los inversores, quienes aumentarán su demanda de euros, haciendo que esta moneda se aprecie. Es decir, un aumento de los tipos de interés de un país puede provocar la apreciación de su moneda.