¿Qué es la inflación?

La inflación se define como el crecimiento general del nivel de precios de consumo en una economía.

El incremento del nivel general de precios provoca que el dinero pierda valor, ya que, si los precios aumentan mucho, mañana podremos comprar menos productos que hoy con la misma cantidad de dinero. Por lo tanto, la inflación nos afecta a todos y hace que perdamos poder adquisitivo.

La inflación también genera efectos redistributivos en una sociedad. La inflación alivia la carga real de la deuda de aquellas personas con préstamos, pero reduce el retorno de las personas que ahorran. Esta reducción afecta más a aquellos hogares que ahorran en dinero (billetes o depósitos bancarios) que a aquellos con ahorros en otros activos, como la vivienda o las acciones financieras, porque estos últimos suelen tener un rendimiento mayor que el dinero (de hecho, el dinero en efectivo tiene rendimiento cero) y por tanto protegen mejor el valor real del ahorro frente a la erosión que la inflación produce en dicho valor.

En la eurozona, la inflación se mide con el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA).

El Banco Central Europeo (BCE) se ha comprometido a orientar su política monetaria para asegurar que la inflación se sitúe en el 2 % a medio plazo, manteniendo así la estabilidad de precios. Para lograr este objetivo, el Consejo de Gobierno del BCE toma sus decisiones en base a su estrategia de política monetaria.