Las operaciones de mercado abierto pueden ser ejecutadas mediante dos tipos de procedimientos: las subastas y los procedimientos bilaterales.
Las subastas son procedimientos de adjudicación en los que las entidades de contrapartida de política monetaria presentan a los Bancos Centrales Nacionales (BCNs) sus peticiones una vez se ha anunciado la subasta. Los BCNs, a su vez, compilan las peticiones recibidas en sus jurisdicciones y las envían al Banco Central Europeo (BCE). El BCE a la vista de todas esas peticiones, las ordenará y decidirá el precio (o tipo de interés) mínimo al que está dispuesto a recibirlas, rechazando todas las que se hayan realizado a un precio inferior. Este procedimiento es lo que se denomina subasta a tipo de interés variable, en contraposición a las subastas a tipo de interés fijo, en el que el precio es único. Desde 2008, el BCE viene realizando subastas con adjudicación plena y tipo de interés fijo para evitar incertidumbres en la disposición de fondos por parte de las entidades.
Hay dos tipos de subastas según su desarrollo temporal. Por un lado, las subastas estándar se anuncian, adjudican y liquidan en un plazo de 24 horas y, por otro lado, las subastas rápidas que se ejecutan en un plazo de 105 minutos.
Por su parte, los procedimientos bilaterales son mecanismos en los que el BCE negocia directamente con una o varias entidades de contrapartida. También se incluyen operaciones realizadas por medio de bolsas de valores o agentes del mercado.