El Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (ECOFIN) decidió en una reunión informal celebrada en Verona en la primavera de 1996 que las monedas en euros tendrían una cara común, igual para todos los países que se integraran en la Unión Económica y Monetaria (UEM), y una cara nacional específica para cada uno de ellos.
Se encargó un informe técnico a los directores de las fábricas de moneda de la UE sobre las especificaciones de las futuras monedas y, tras escuchar las recomendaciones de los expertos y de las organizaciones de consumidores, se decidió que en las monedas en euros existiría una relación directa entre el tamaño y el valor nominal. Además las monedas serían distinguibles también por su color.
El concurso de diseño
Los Estados miembros encargaron a la Comisión Europea la tarea de seleccionar el diseño de la cara común y se dio libertad a los países para elegir los motivos de las caras nacionales, con la condición de que incluyeran las 12 estrellas de la UE.
El concurso de diseño, en el que participaron todos los Estados miembros salvo Dinamarca, limitó los temas de la competición a tres: arquitectura, diseño abstracto y elementos de la identidad europea.
El Consejo Europeo celebrado en Ámsterdam escogió en junio de 1997 el proyecto definitivo formado por tres bocetos realizados por Luc Luycx, diseñador de la fábrica de la moneda belga, cuya propuesta estaba formada por tres representaciones distintas del mapa de Europa con las 12 estrellas de la UE de fondo.
El proyecto aprobado se presentó a los consumidores, a la Unión Europea de Ciegos y a diversos sectores industriales, como la industria de las máquinas expendedoras, para garantizar la facilidad de uso y reducir el riesgo de fraude.
En 1998 el Consejo aprobó el reglamento 975/98 con los valores nominales y las especificaciones técnicas de las monedas en euros destinadas a la circulación.
Las monedas españolas
En abril de 1998, el presidente del Gobierno español presentó los motivos elegidos para la cara nacional de las monedas españolas: en las piezas de 1 y 2 euros se representaría la imagen de S.M. el rey D. Juan Carlos I y, desde enero de 2015, la imagen de S.M. el rey D. Felipe VI; en las de 10, 20 y 50 céntimos se mostraría el retrato de Miguel de Cervantes; y en las de 1, 2 y 5 céntimos se recogería la fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela.
Los motivos incluidos fueron fruto del trabajo del equipo de grabadores de la Real Casa de la Moneda: Garcilaso Rollán diseñó las monedas de 1, 2 y 5 céntimos; Begoña Castellanos, las de 10, 20 y 50 céntimos; y Luis José Díaz, las de 1 y 2 euros.
Nuevas caras comunes desde 2007
El 7 de junio de 2005, el Consejo decidió que las caras comunes de las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro y de 1 y 2 euros debían modificarse para que estuvieran representados todos los estados miembros de la UE tras su ampliación de 15 a 25 miembros en 2004. Las caras comunes de las monedas de 1, 2 y 5 céntimos de euro, dado que representan Europa en el mundo, no necesitaban modificarse.