¿Cuáles son los principales retos de la economía española y cómo hacerles frente?

Pablo Hernández de Cos (Gobernador)

La economía española mantuvo un crecimiento notable en 2023 y las perspectivas son favorables, si bien en un entorno global incierto. No obstante, nuestro país sigue enfrentándose a retos estructurales de mucho calado, que dificultan alcanzar los niveles de renta de la eurozona. El Informe Anual del Banco de España analiza estos retos y las políticas económicas para abordarlos.

En 2023 la economía española mantuvo un notable dinamismo. El PIB creció un 2,5%, frente al 0,4% registrado por la eurozona, y el nivel de actividad se situó un 3% por encima del nivel pre-pandemia. Y las perspectivas de crecimiento son favorables: 1,9% este año y en 2025Abre en nueva ventana, también por encima de lo previsto para la eurozona, aunque la incertidumbre se mantiene elevada. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, nuestra economía enfrenta retos estructurales que nos impiden alcanzar la renta per cápita de nuestros socios europeos. El Informe Anual 2023 del Banco de EspañaAbre en nueva ventana, recién publicado, aborda estos retos en detalle y plantea las palancas de política económica para hacerles frente. En esta entrada lo resumimos.

La baja productividad y la baja tasa de empleo son los principales motivos que explican la falta de convergencia con Europa

Gráfico 1
LA FALTA DE CONVERGENCIA DE ESPAÑA CON LA EUROZONA

FUENTE: Eurostat.
NOTAS: los datos de 2023 son preliminares.
-Renta per cápita: PIB per cápita de España con respecto a los 19 países de la eurozona (datos)Abre en nueva ventana en precios corrientes y paridad de poder adquisitivo (PPA)Abre en nueva ventana.
-Tasa de empleo: empleo total (datos)Abre en nueva ventana dividido entre la población en edad de trabajar, de 15 a 64 años (datos)Abre en nueva ventana. La línea muestra la ratio de España respecto a la eurozona.
-Productividad por hora trabajada:  PIB per cápita (datos)Abre en nueva ventana entre el número total de horas trabajadas (datos)Abre en nueva ventana. La línea muestra la ratio de España respecto a la eurozona.

España ha dejado de converger con Europa de un modo sostenido desde la crisis financiera de 2007, tal como muestra el gráfico 1. La brecha actual es de unos 15 puntos porcentuales en renta per cápita. Los principales motivos son la baja productividad y la baja tasa de empleo. A su vez, estos factores están estrechamente relacionados con otros importantes desafíos que afronta la economía española, resumidos en el esquema 1.

Esquema 1
LOS RETOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Y CÓMO ABORDARLOS

FUENTE: Banco de España.

La productividad, el empleo y su relación con otros retos de la economía española

La baja productividad es el principal problema estructural de la economía española. La productividad por hora trabajada en España se ha mantenido desde 2008 entre un 10% y un 15% por debajo de la de la eurozona. ¿Qué explica nuestra baja productividad?

  1. Tamaño y demografía empresarial: nuestro tejido empresarial destaca por un peso elevado de las empresas pequeñas, que suelen ser menos productivas, y un bajo nivel de rotación (creación y destrucción) de empresas, que también limita el crecimiento de la productividad. ¿Cómo mejorar el crecimiento y la demografía empresarial? Algunas recetas son: reducir la carga regulatoriaAbre en nueva ventana, promover la unidad de mercado, repensar algunos umbrales regulatorios y mejorar el acceso a la financiación no bancaria.
  2. Capital humano: a pesar de la mejora en las últimas décadas, el nivel formativo de la población española sigue siendo inferior a la media europea. Para aumentar el capital humano, es imprescindible una revisión profunda de nuestro sistema educativo. Tres medidas son fundamentales: impulsar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo, mejorar el sistema universitario, vinculando la financiación a objetivos de excelencia y adecuando la oferta a la demanda, y aumentar la FP dualAbre en nueva ventana, complementada por la formación continua de los trabajadores.
  3. Capital físico y tecnológico e innovación: la proporción de empresas innovadoras es baja y el gasto en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) es reducido. ¿Cómo promover la inversión y la innovación empresarial? Mejorando la eficiencia de los incentivos fiscales a la innovación y seleccionando rigurosamente los proyectos de inversión de los fondos europeos NGEUAbre en nueva ventana, entre otros aspectos. También es fundamental el desarrollo de los mercados de capital riesgo en el marco de la Unión de Mercados de Capitales en la UE, que necesita avanzarAbre en nueva ventana.
  4. Marco institucional: la calidad de las instituciones y la confianza en ellas por parte de los agentes económicos son un determinante fundamental del crecimiento a largo plazo. Desde la crisis financiera se ha producido en España una caída en los indicadoresAbre en nueva ventana de calidad y confianza institucional. Para revertir esta tendencia, es necesario impulsar la eficacia y la eficiencia de las administraciones públicas, incluido el sistema judicial. Y aumentar la evaluación de las políticas públicas.

En cuanto a la tasa de empleo, el 65,9% de la población en edad de trabajar estaba ocupada a finales de 2023, 4,5 puntos menos que en la eurozona. La brecha negativa refleja principalmente una elevada tasa de paro (11,8%). Pese a la notable reducción en los últimos años, el paro continúa duplicando el de la Unión Europea (5,9%). A este problema idiosincrático del mercado laboral español se suman desafíos comunes al resto de economías avanzadas:

  • Por un lado, el cambio tecnológico asociado a los desarrollos de la robótica y la inteligencia artificial. Este cambio va a transformar la división y organización del trabajo. Tendrá efectos favorables sobre la productividad, pero desfavorables para el empleo en determinados sectores y ocupacionesAbre en nueva ventana.
  • Por otro, el envejecimiento de la población trabajadora, con efectos negativos sobre las tasas de empleo y actividadAbre en nueva ventana y sobre la productividad. El envejecimiento es fruto de la disminución de la natalidad y el incremento de la longevidad. Solo en lo que llevamos de siglo, la edad media de los asalariados en España ha aumentado en 6 años, de 37,5 a 43,5 años.

Ante estos desafíos, resulta prioritario revisar las políticas del mercado laboralAbre en nueva ventana.

Las políticas activas, orientadas a mejorar la empleabilidad, son especialmente necesarias para acomodar los efectos disruptivos de los cambios tecnológicos sobre el empleo y apoyar a los trabajadores de mayor edad. Respecto a las políticas pasivas, las prestaciones por desempleo deben ofrecer una adecuada protección a los parados, sin perjudicar a la búsqueda de empleo y a la movilidad laboral.

Para favorecer la necesaria reasignación ocupacional del empleo, hay que mejorar la definición de las causas objetivas de despido y reducir la incertidumbre en estos procesos. Asimismo, la negociación colectiva debe permitir que las condiciones laborales –incluyendo la jornada laboral- puedan adaptarse con flexibilidad a las circunstancias de cada empresa.

Esquema 1 (cont.)
LOS RETOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Y CÓMO ABORDARLOS

FUENTE: Banco de España.

La vulnerabilidad de las cuentas públicas 

El informe también analiza la que es, probablemente, la mayor vulnerabilidad de la economía española: el desequilibrio fiscal y la elevada deuda públicaAbre en nueva ventana. A finales de 2023, la deuda pública se situó en el 108% del PIB, nivel históricamente muy elevado, unos 10 puntos más que antes de la pandemia, y más de 30 puntos por encima del promedio de la eurozona. Además, el déficit público presenta un elevado componente estructural, que ha empeorado desde la pandemia: habría aumentado desde el 3,1% del PIB en 2019 hasta un 3,7% en 2023.

Esta situación pone de manifiesto la urgencia de un plan de consolidación presupuestaria de medio plazo que refuerce la sostenibilidad de las finanzas públicas. Dicho plan habrá de ajustarse al nuevo marco fiscal de la UEAbre en nueva ventana aprobado recientemente. En el caso de España, nuestras estimaciones apuntan a que el cumplimiento de dicho marco obligaría a reducir el déficit estructural primario –es decir, sin contar los pagos por intereses– medio punto de PIB en promedio anual entre 2025 y 2031.

¿Cómo abordar un plan tan ambicioso? Al ser un plan de medio plazo, debería basarse en amplios consensos económicos, políticos y sociales. Por el lado del gasto público, hay que aumentar su eficiencia y optimizar su distribución, para promover un crecimiento económico robusto y equitativo. Por el lado de los ingresos, es crucial que el plan se apoye en una revisión integral del sistema tributarioAbre en nueva ventana. Por último, para evitar que la consolidación fiscal penalice el crecimiento económico, es esencial una selección rigurosa de los proyectos de inversión, incluidos los financiados con fondos NGEUAbre en nueva ventana, y llevar a cabo las reformas estructurales que reduzcan algunas de las deficiencias de nuestra economía.

A más largo plazo, el envejecimiento tendrá un impacto negativo sobre las cuentas públicas, sobre todo al elevar el gasto en pensiones. Entre 2021 y 2023 se llevó a cabo una nueva reforma del sistema de pensiones. El análisis de esta reforma, aunque sujeto a una considerable incertidumbre, apunta a mayores obligaciones de gasto a largo plazo que no habrían sido plenamente compensadas por el lado de los ingresos. En caso de tener que activarse la cláusula de salvaguardia –incluida en la reforma para equilibrar los ingresos y los gastos del sistema–, un ajuste basado exclusivamente en un aumento de cotizaciones socialesAbre en nueva ventana podría ser perjudicial para el empleo y la competitividad de la economía española.

Algunos desafíos adicionales

Otro reto importante es la existencia de bolsas de vulnerabilidad en algunos colectivos, relacionadas en gran medida con las dificultades de acceso a la viviendaAbre en nueva ventana. En particular, el gasto en vivienda –sobre todo en el segmento de alquiler– para los jóvenes y la población inmigrante los sitúa en una posición económica vulnerable. De hecho, España es el país con el mayor porcentaje de inquilinos en situación de riesgo de pobreza o exclusión socialAbre en nueva ventana. Las medidas para hacer frente a este problema deberían contemplar un horizonte temporal amplio, involucrar a las distintas administraciones públicas y poner el foco en el estímulo de la oferta de vivienda, sobre todo en el mercado del alquiler. Algunas medidas de corto plazo, como los controles de precios, pueden generar efectos negativos sobre la oferta en el medio plazo.

La lucha contra el cambio climáticoAbre en nueva ventana y la transición ecológica es uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestra sociedad. Y España es uno de los países desarrollados más expuestos. Todas las políticas y agentes económicos debemos contribuir a abordar este desafío. Por consiguiente, hay que adoptar desde ya una estrategia de mitigación ambiciosa, ordenada y predecible, que debería ser global para ser eficaz. Además, cabe prestar especial atención a mitigar los efectos distributivos; de lo contrario, la estrategia podría verse condicionada por episodios de contestación social.  

El sector bancario ha resistido bien las distintas perturbaciones de los últimos años. Esta resiliencia es en buena medida el resultado de una sólida posición financiera de partida. Ha contribuido a ella el marco regulatorio desarrollado a escala internacional durante los últimos añosAbre en nueva ventana, cuya vigencia se ha visto reivindicada. Pero no hay que caer en la complacencia. Las entidades deben aprovechar la situación favorable de rentabilidad para mejorar la solvencia. Una mayor solvencia contribuiría a preservar su capacidad de intermediación bancaria en caso de nuevas perturbaciones. Los bancos también deben seguir afrontando numerosos retos de medio y largo plazo, entre los que destacan los asociados al cambio tecnológico y los derivados del cambio climático.

Abordar los importantes retos económicos que enfrentan la Unión Europea y España requiere ambición y grandes acuerdos políticos 

La agenda de reformas económicas que España necesita tendrá un mayor rendimiento si viene acompañada de una mayor integración económica en la Unión Europea (UE). La mayor integración nos permitirá hacer frente conjuntamente a los grandes retos que los europeos enfrentamos. El mundo es hoy más complejo e integrado que el que vio nacer el Mercado Único Europeo o la propia Unión Económica y Monetaria (UEM): la competencia económica y geopolítica global es mayor, lo que hace más necesario que la UE saque el máximo rendimiento de la escala que puede alcanzar a través de su integración. Las vías para alcanzar este objetivo son un mercado único más integrado y una UEM más completa.

En definitiva, los retos económicos que enfrentan la UE y España son muy importantes. Europa se está quedando atrás respecto al resto de grandes economías y España lleva ya más de una década sin converger de modo sostenido con Europa. Revertir estas tendencias requiere ambición y grandes acuerdos políticos que permitan sostener en el tiempo las reformas necesarias. El análisis y propuestas contenidas en el Informe Anual 2023 pretenden contribuir al debate social para alcanzar estos amplios consensos.

Pablo Hernández de Cos
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Informe Anual del Banco de España 2023

Vídeo-entrevista El gobernador explica las ideas principales del Informe Anual 2023

Vídeo Las claves del Informe Anual 2023