Aspectos generales
Las monedas en euros son producidas a escala industrial, utilizando maquinaria especializada para la aplicación en su proceso de fabricación de estrictos controles de calidad. Como resultado, se obtienen monedas con un aspecto visual y acabado superficial de alta calidad en las que se reproducen fielmente los grabados y que incorporan en su estructura medidas de seguridad que dificultan su falsificación.
Aunque la moneda metálica es resistente debido al material empleado en su fabricación (cobre, bronce, latón, etc.), su uso prolongado o bien otras circunstancias (deformación, corrosión, fuego, etc.) pueden producir un deterioro que afecte a sus características y dificulte su identificación. Estaríamos ante una moneda deteriorada.
A pesar de los rigurosos controles de calidad que se efectúan en su fabricación, la moneda metálica también puede presentar, excepcionalmente, un defecto de fabricación. Se trataría de una moneda defectuosa. En estos casos, la moneda es considerada legítima pero no apta para la circulación y se podría proceder a su canje en las sucursales del Banco de España.
Las monedas no aptas (deterioradas y defectuosas) deben retirarse de la circulación para prevenir problemas en su identificación por parte de las máquinas expendedoras o de pago, entre otras, así como para evitar que causen confusión sobre su autenticidad entre los usuarios.
El Banco de España es el organismo encargado de poner en circulación monedas en euros nuevas, con objeto de mantener los niveles de calidad requeridos, retirando las no aptas de la circulación, sean o no canjeadas.
En el siguiente enlace se encuentra la información completa y el modo de actuación para canjear monedas deterioradas.
