Las tres fases de la UEM

La puesta en marcha de la Unión Económica y Monetaria (UEM) supone seguir una hoja de ruta previamente diseñada, en la que se detallan las denominadas tres fases de la UEM.

La primera fase

La primera fase comenzó el 1 de julio de 1990 y se caracterizaba, fundamentalmente, por el desmantelamiento de las barreras internas a la libre circulación de bienes, personas, servicios y capitales entre los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y por el intento de avanzar en la convergencia económica mediante la vigilancia multilateral de las políticas económicas de los Estados miembros.

Se avanzó en la revisión de los tratados constitutivos de la Comunidad Económica Europea (CEE) para adaptarlos a los nuevos objetivos. El 7 de febrero de 1992 se firmó en Maastricht el Tratado de la Unión Europea (TUE), que entró en vigor, tras un largo proceso de ratificación, el 1 de noviembre de 1993. En el nuevo tratado aparecía el Protocolo sobre los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y del Banco Central Europeo (BCE) y el Protocolo sobre los Estatutos del Instituto Monetario Europeo (IME).

La segunda fase

La segunda fase se inició con la fundación el 1 de enero de 1994 del IME, precursor del BCE. Durante esta fase se realizaron los preparativos técnicos para la introducción de la moneda única, la aplicación de la disciplina presupuestaria y la mejora de la convergencia de las políticas económicas y monetarias de los Estados miembros de la UE.

En diciembre de 1996 se presentaron las series de los diseños de los billetes que entrarían en circulación en 2002.

Además, el IME presentó al Consejo Europeo un informe que sentaba las bases para la creación del nuevo mecanismo de cambio que se adoptó en junio de 1997 y que regulaba las relaciones monetarias y cambiarias entre los países de la zona del euro y los demás países de la UE.

Asimismo, el Consejo Europeo aprobó en junio de 1997 el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cuya finalidad era garantizar la disciplina presupuestaria.

En mayo de 1998, el Consejo de la UE resolvió cuáles eran los países que cumplían las condiciones necesarias para adoptar el euro como moneda, a saber: Bélgica, Alemania, Irlanda, España, Francia, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia. Los Gobiernos de los países de la zona del euro nombraron al presidente, al vicepresidente y a los cuatro miembros del Comité Ejecutivo del BCE.

El BCE se creó el 1 de junio de 1998, y dedicó el resto del año a poner en práctica los trabajos preparatorios realizados por el IME.

La tercera fase

La tercera fase comenzó el 1 de enero de 1999 con la fijación irrevocable de los tipos de cambio entre las monedas de los 11 Estados miembros que participaron inicialmente en la UEM y con la adopción del euro como moneda única. A partir de esa fecha, el Consejo de Gobierno del BCE asumió la tarea de dirigir la política monetaria única de la zona del euro.

El 1 de enero de 2001, Grecia se incorporó a la zona del euro.

La transición hacia el euro finalizó el 1 de enero de 2002 con la puesta en circulación de los billetes y monedas en euros.