Pruebas de resistencia (stress tests)

Las pruebas de resistencia (o stress test)Abre en nueva ventana evalúan la fortaleza de los bancos ante posibles escenarios macroeconómicos futuros desfavorables (mediante la estimación del impacto en la solvencia), o el grado de resistencia ante otro tipo de riesgos como pueden ser el de liquidez, el climático, etc. Sus resultados se publican, permiten identificar vulnerabilidades y abordarlas en una fase temprana, así como alimentar el proceso periódico de evaluación supervisora de las entidades. Por ello pueden influir en los requerimientos (P2R) y recomendaciones (P2G) de capital aplicables a cada banco (Pilar 2).

Cada dos años, la Autoridad Bancaria Europea se encarga de coordinar con las autoridades nacionales competentes las pruebas de resistencia a una muestra de los mayores bancos de la Unión EuropeaAbre en nueva ventana. Estas pruebas constan de dos escenarios (base y adverso) y se realizan bajo una metodología y criterios homogéneos para todas las entidades. Paralelamente, el Banco Central EuropeoAbre en nueva ventana, complementa esta prueba añadiendo a la muestra el resto de SIs bajo su supervisión directa, aplicando el mismo escenario y unos criterios coherentes con los de la EBA. De este modo, todas las SIs españolas son sometidas a una prueba de resistencia cada dos años.

Para los años en los que no se realiza este ejercicio, el Banco Central Europeo lleva a cabo una prueba de resistencia temáticaAbre en nueva ventana a las SIs del área del euro sobre algún riesgo que considere relevante.

A su vez, anualmente el Banco de España realiza una prueba de resistencia a las LSIs (FLESB -Forward Looking Exercise on Spanish Banks-) usando los mismos escenarios que en los ejercicios de la EBA o recomendados por ella. Sus resultados se publican formando parte de la Memoria de Supervisión.