Tipos de interés nominales y reales

El tipo de interés nominal establece el monto que se agregará al capital como coste o rendimiento de cualquier forma de deuda o ahorro. Comúnmente se expresa en tanto por ciento, se refiere a un período de tiempo determinado y se aplica sobre el importe prestado o depositado. Existen formas variadas de establecer el tipo de interés nominal en un contrato (véase el contenido disponible en el Portal del Cliente BancarioAbre en nueva ventana).

Por ejemplo, al contratar un préstamo hipotecario, los propietarios deberán pagar al banco el tipo de interés nominal establecido en el contrato. Es decir, si el tipo de interés de un préstamo es el 3 % anual, el banco recibirá unos intereses de 3 euros por cada 100 que haya prestado durante un año. En el caso de los depósitos bancarios, los ahorradores recibirán un tipo de interés nominal (un rendimiento) por depositar su dinero en el banco. En el caso de tenedores de bonos y otros instrumentos de renta fija, los inversores reciben también una remuneración en forma de intereses o cupones.

El tipo de interés real se define como el tipo de interés nominal menos la inflación. Eliminar la inflación del tipo de interés nominal nos permite conocer el coste real de un préstamo y el rendimiento real del ahorro, de manera que los prestatarios y ahorradores puedan conocer, no solo la remuneración en euros de su préstamo o ahorro (pago nominal), sino también cuántos bienes de consumo podrán adquirir con esa remuneración y así conocer cómo evoluciona su poder adquisitivo.

Por tanto, el tipo de interés real varía por tanto dependiendo del tipo de interés nominal y de la tasa de inflación: Tipo de interés real = tipo de interés nominal – inflación

Veamos la diferencia entre los tipos de interés nominales y reales con un ejemplo. Si un ahorrador deposita 100 euros en una cuenta corriente a un tipo de interés nominal del 5 %, al final del año obtendrá 105 euros. Si ese mismo año la inflación es del 2 %, el ahorrador necesitaría 102 euros para poder comprar los mismos bienes o servicios que antes le hubiesen costado 100 euros. Por lo que, el tipo de interés real, es decir, el rendimiento de la cuenta corriente en términos de la cesta de consumo, será de un 3 % (el 5 % menos el 2 % de inflación), la diferencia entre el tipo de interés nominal y la inflación.