¿Puede un banco central proveer de financiación en otras divisas a sus entidades de contrapartida?

Sí, es posible. Las líneas de liquidez entre los bancos centrales son instrumentos bien establecidos en el conjunto de herramientas de política monetaria de banca central, cuyo objetivo es aliviar las tensiones en los mercados de financiación internacionales. Son acuerdos marco que permiten a un banco central recibir moneda emitida por otro banco central a cambio de alguna forma de garantía basada en términos predefinidos. Pueden implementarse a través de dos tipos básicos de instrumentos financieros: líneas swap y contratos de recompra (repo).

El Banco Central Europeo (BCE) y otros bancos centrales importantes han utilizado cada vez más las líneas de swap y repo desde la crisis financiera mundial. En concreto, el BCE forma parte de una red de líneas de swap de acuerdos bilaterales permanentes con otros cinco grandes bancos centrales (el Banco de Canadá, el Banco de Japón, el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal) para ofrecer liquidez en otras divisas a las entidades de contrapartida de la zona euro. Cabe mencionar que, durante la crisis financiera mundial, el BCE no solo ofreció financiación en dólares estadounidenses, sino que también ofreció liquidez en francos suizos. En respuesta a la crisis del COVID-19, el BCE reactivó rápidamente las líneas de swap existentes con varios bancos centrales y estableció otras nuevas, estando preparado para inyectar liquidez en otras divisas distintas a dólares estadounidenses o francos suizos.

Además, el BCE estableció nuevas líneas repo con varios bancos centrales no pertenecientes a la zona del euro para que dichos bancos centrales puedan inyectar financiación en euros en sus respectivas economías.