Esta página facilita el acceso a Artículos Analíticos agrupados por su contenido temático, publicados en el Boletín Económico, ordenados por fecha de difusión dentro de cada año, a partir de 1999.
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En este artículo se resumen los aspectos más relevantes de la versión ampliada y revisada del Spain-STING (Spain, Short-Term INdicator of Growth), que es una herramienta utilizada por el Banco de España para la previsión a corto plazo del PIB de la economía española y de los componentes de la demanda. A partir de un amplio conjunto de indicadores, se estiman varios modelos que permiten predecir la evolución del PIB, el consumo privado, el gasto público, la inversión en bienes de equipo, la inversión en construcción, las exportaciones y las importaciones. La evaluación de la capacidad predictiva del nuevo modelo para el período comprendido entre junio de 2005 y septiembre de 2016 muestra una ligera mejoría respecto a la versión anterior del Spain-STING.
El objetivo de este artículo es analizar el proceso de convergencia en la renta per cápita entre las distintas regiones españolas, así como los factores que han podido ayudar en dicho proceso en las últimas tres décadas. El principal resultado es que, efectivamente, se ha producido un acercamiento en las rentas per cápita de las distintas comunidades autónomas, si bien de una intensidad que puede considerarse reducida. En cuanto a los factores que hay detrás de este proceso, la convergencia en productividad del trabajo es el principal elemento que ha ayudado a la reducción de la dispersión regional de la renta, y ha venido causado, fundamentalmente, por la mayor acumulación de capital en las regiones de menor renta inicial. Por el contrario, ni las variables de mercado de trabajo (empleo, paro) ni la productividad total de los factores han contribuido significativamente a reducir las diferencias regionales a lo largo del período analizado.
En un contexto internacional de barreras arancelarias reducidas, la política comercial de la UE ha virado hacia la consecución de acuerdos comerciales bilaterales que promulgan la reducción tanto de las barreras no arancelarias como de aquellas barreras regulatorias que limitan el movimiento de bienes, servicios, personas y flujos de inversión, además de incorporar disposiciones relativas al medio ambiente, los mercados laborales o los derechos de la propiedad intelectual. Un ejemplo de estos acuerdos de «nueva generación» es el Acuerdo Económico y Comercial Global —más conocido como CETA— firmado recientemente entre la UE y Canadá, que en la actualidad se encuentra en proceso de ratificación por los Parlamentos. El artículo describe las características generales de los acuerdos comerciales de nueva generación, las dificultades que plantea su naturaleza regulatoria y su carácter amplio, y cómo el CETA ha tratado de dar respuesta a algunas de las cuestiones que suscitan mayor controversia en la opinión pública. La relevancia de este acuerdo reside no tanto en el impacto económico que tendrá sobre las economías europeas y canadiense, sino en que podría servir de modelo para otros acuerdos con países desarrollados, incluido el que deben negociar la UE y el Reino Unido.
En los últimos quince años se ha producido una expansión del comercio mundial que ha venido acompañada de una creciente fragmentación internacional de la producción, lo que ha dado lugar a las denominadas «cadenas globales de valor» (CGV). Esta nueva forma de organizar la producción a escala internacional conlleva que los países se especialicen cada vez más en pequeñas contribuciones respecto al producto final y las empresas sean cada vez más globales.
La economía española no ha sido ajena a estos desarrollos, si bien presenta aún una participación en las CGV inferior al promedio internacional. No obstante, desde el inicio de la crisis y hasta 2014, las exportaciones españolas han incrementado su contenido importador, en parte como consecuencia de una reasignación de recursos hacia empresas con un mayor contenido importador y que han ganado peso en el total de las exportaciones.
Además, España se caracteriza por ser uno de los países donde las exportaciones están más cerca del consumidor final en el país de destino, fenómeno que se ha acentuado en los últimos años.
Este artículo analiza el impacto de las variaciones del precio del petróleo sobre el índice de precios de consumo (IPC) en la economía española desde una perspectiva histórica. La evidencia que se proporciona revela un grado de traslación sustancial de estas variaciones a los componentes del IPC vinculados a los combustibles y los carburantes (efecto directo). No obstante, la incidencia estimada de las variaciones del precio del crudo sobre el coste de los factores productivos utilizados por las empresas (efectos indirectos) y sobre las expectativas de inflación o los salarios (efectos de segunda vuelta) es, en promedio, moderada. Por consiguiente, en la situación actual, en ausencia de nuevas perturbaciones en la senda esperada del precio del petróleo, cabría esperar que el repunte del IPC observado en los primeros meses de 2017, ligado a efectos de comparación producidos por el bajo precio de esta materia prima durante buena parte de 2016, sea fundamentalmente transitorio y, por tanto, coherente con una trayectoria descendente de la inflación en los próximos meses.
Este trabajo analiza las implicaciones económicas de una modificación del marco regulatorio dirigida a fomentar la competencia entre empresas. Se evalúa el efecto que las barreras a la competencia en el sector servicios ejercen sobre el coste de los consumos intermedios y las exportaciones de las empresas manufactureras en España. Las estimaciones realizadas revelan que el proceso de reducción de barreras a la competencia en las últimas décadas ha tenido un impacto significativo sobre las exportaciones reales de las empresas manufactureras, especialmente en las de mayor tamaño, como resultado de la mayor competencia en la provisión de sus bienes intermedios.
Los resultados subrayan que mejoras adicionales en el grado de competencia podrían influir sobre la competitividad del conjunto de la economía española.
En este artículo se caracteriza el nivel de incertidumbre de la economía española. Se analizan
distintos indicadores, distinguiendo su origen: volatilidad en los mercados financieros, grado de desacuerdo entre los agentes acerca de la situación económica e incertidumbre sobre las políticas económicas. La incertidumbre agregada de la economía española aumentó en 2016, aunque se mantuvo en niveles inferiores al promedio del período de recesión 2008‑2013. Se muestra que los cambios en la incertidumbre captada por los indicadores financieros tienen un mayor impacto sobre la actividad económica, y en especial sobre la inversión.
Finalmente, se ilustra cómo una parte significativa del efecto macroeconómico del aumento de la incertidumbre durante el año pasado tuvo un origen externo a la economía española.
En este artículo se presentan los resultados principales de la Encuesta Financiera de las
Familias 2014, que muestran la situación financiera de los hogares españoles a finales de
ese año. Asimismo, se describen los cambios más relevantes ocurridos en el período
comprendido entre finales de 2011 y finales de 2014.