8M Promoción femenina: ¿escaleras o ascensor?
En el Banco de España tenemos un aseo de ‘Señoritas’, testigo de una época en la que no había señoras en la institución: cuando una mujer se casaba pasaba a una situación de excedencia para poder dedicarse a su nuevo hogar. Muchos han sido los cambios que ha habido en la sociedad desde entonces, y queremos aprovechar el Día de la Mujer para reflexionar sobre cómo es la promoción profesional de las mujeres en la actualidad: ¿suben en ascensor o todavía tienen que recurrir a las escaleras?
07/03/2025
¿Promocionan las mujeres a la misma velocidad que los hombres?
Las primeras mujeres que entraron a trabajar en el Banco de España lo hicieron en puestos creados exclusivamente para mujeres (como mozas de aseo o “amortizadoras” de billetes1), y no fue hasta la Guerra Civil, cuando los hombres tuvieron que marchar al frente, cuando empezaron a desarrollar tareas que, hasta esa fecha, eran masculinas.
En la primera convocatoria mixta de auxiliares de 1941, además de cumplir con los requisitos generales, las mujeres tenían uno adicional: debían ser solteras o cabezas de familia. De hecho, cuando una señorita se casaba, pasaba a situación de excedencia forzosa y era compensada con una “dote”.
Todas estas circunstancias no eran sino reflejo de la sociedad del momento y en la actual no dejan de sorprendernos porque, afortunadamente, esas distinciones por género ya no existen. Pero ¿realmente no hay diferencias? ¿Es la proporción de hombres y mujeres similar en todos los puestos de trabajo? ¿Son las posibilidades de promoción las mismas?
Margarita Machelett, economista especializada en economía de género, discriminación y competencias financieras, nos explica que la ganadora del Premio Nobel Claudia Goldin distingue entre greedy works, trabajos con una alta demanda en tiempos de respuesta y dedicación, y flexible works, trabajos que, con la misma dedicación, permiten una mayor flexibilidad en la respuesta y permiten así una mejor conciliación con la vida personal o familiar.
Tradicionalmente, los puestos más exigentes y con menor posibilidad de conciliación los han ocupado los hombres, mientras que los puestos más flexibles han sido los escogidos por las mujeres y esto ha tenido un reflejo en salarios y promociones. Además, las mujeres son menos propensas a competir por promociones, lo que afecta a su progreso en comparación con los hombres.
El avance de la tecnología y la equiparación de normativa laboral de maternidad y paternidad, entre otros, ayudan a suavizar las diferencias entre unos tipos de trabajo y otros, pero queda camino por recorrer desde una perspectiva educativa y social ya que las mujeres confían menos en sí mismas para ciertos puestos que los hombres.
No hay que remontarse a principios del siglo pasado para ver diferencias en el Banco de España y en la sociedad. Lucía Arranz, directora del departamento Jurídico, e Irene Cancelas, técnico de la división de Reclamaciones, se han incorporado al Banco en este siglo, pero con veinte años de diferencia. Con ellas reflexionamos sobre el reflejo de estos cambios en nuestro día a día laboral.
- 1 Estas mujeres trabajaban con empleados encargados de retirar los billetes de circulación y prestaban apoyo secretarial, organizativo y logístico.