Pesetas-oro

La peseta-oro tuvo su origen en la divergencia existente entre los tipos de cambio legales y los efectivos, y por la necesidad de disponer de una valoración de las transacciones con el exterior más real. Su principal uso fue la determinación de los derechos arancelarios, aunque también fue utilizada como unidad contable en contratos mercantiles privados. Como consecuencia, las estadísticas de comercio exterior se expresaron en esta unidad, lo que hizo que las estimaciones de la balanza de pagos de España en la primera mitad de la década de los años treinta del siglo XX también la utilizasen.

El período de uso de esta unidad está bajo debate (véase Álvarez (1945), Sánchez (1987), Tena (1985) y Tena (1992)), situando su inicio en 1922 o 1928. En cuanto a la fecha de finalización de su uso, el consenso la sitúa en 1959.

En Banco de España (1978) se define la peseta-oro como: «[…] valor en pesetas de la cantidad de oro señalada por la paridad de 1868 y se obtenía, para cada momento, en función del valor de aquellas divisas extranjeras —el franco, la libra y el dólar eran las más corrientes— que mantenían efectivamente la convertibilidad en oro a una paridad establecida».

Para transformar una cantidad de dólares, por ejemplo, a pesetas-oro se empleaba la siguiente fórmula:

Pesetas-oro = Dólares *(valor de un dólar en gramos de oro fino / valor de una peseta en gramos de oro fino)

[oro fino: metal con al menos un 99,9% de oro]