Whatever it takes? Economic policymaking in China in the context of a possible deflationary spiral
Serie: Documentos Ocasionales. 2517.
Autor: Adrian van Rixtel
Documento completo
Resumen
Este documento analiza los desafíos que ha enfrentado la economía china y evalúa las medidas políticas adoptadas para mitigarlos. El análisis comienza en septiembre de 2024, cuando las autoridades chinas anunciaron el mayor paquete de medidas de estímulo en años, lo que refleja su preocupación por la situación de la economía del país. Esta situación es ciertamente preocupante, con numerosos problemas que deben abordarse. El crecimiento económico ha disminuido, China se enfrenta a una leve deflación que podría convertirse en una espiral deflacionaria, y sufre una grave crisis inmobiliaria y una preocupante situación de deuda, con un déficit fiscal que, según las estimaciones del FMI, es elevado. Además, la estructura de su economía está desequilibrada, con una demanda interna muy baja, especialmente el consumo privado, y una considerable sobreproducción en su industria, lo que contribuye a las presiones deflacionarias. Además, China tiene presiones demográficas considerables, sus bancos —especialmente los más pequeños— tienen altos índices de préstamos incobrables, en parte debido a los préstamos al sector inmobiliario, y los riesgos externos han ido creciendo, en particular los relacionados con los aranceles de importación y otras restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos y la amenaza de aranceles aún más altos.
El documento analiza en detalle las medidas políticas adoptadas entre septiembre y diciembre de 2024 por un gran número de organismos. El régimen de política económica chino es muy complejo, con la participación de multitud de organizaciones políticas, administrativas y gubernamentales, así como numerosas conferencias y congresos sobre políticas. Estas medidas, así como sus respectivas políticas, se explican detalladamente. Se analizan y evalúan, en particular, las medidas de política monetaria del Banco Popular de China. A continuación, dado que varios de los desafíos económicos de China son bastante similares a los de Japón durante sus «tres décadas perdidas», surge cada vez más la pregunta de si China será el próximo Japón o si se enfrentará a una «japonización» de su economía. Nuestra evaluación es que las diferencias entre ambos países son mayores que las similitudes, y que China cuenta con numerosas ventajas en comparación con Japón durante su período de crisis. Sin embargo, China aún no está fuera de peligro y mucho dependerá de su reacción política y de la evolución económica en 2025.