Como ciudadanos de la eurozona, la evolución de los tipos de cambio nos afecta especialmente cuando viajamos al extranjero. Por ejemplo, si una persona que vive en España va a realizar un viaje a EE.UU. y el tipo de cambio del euro frente al dólar aumenta (apreciación del euro), será más barato para esta persona consumir en EE.UU.
Las variaciones en el tipo de cambio también afectan a las empresas del área del euro. Cuando el euro se aprecia, hace que sea más barato comprar en el extranjero, por ejemplo, suministros, componentes, materias primas o energía. Es decir, una apreciación del euro abarata las importaciones de insumos intermedios que las empresas necesitan para producir. Sin embargo, una apreciación del euro también provocará una disminución en las exportaciones (productos del área del euro que se venden fuera de la misma), ya que para los países compradores será más caro comprar los productos del área del euro.
Por el contrario, si el euro se depreciase, sería más caro para las empresas de la zona del euro obtener bienes extranjeros y disminuirían las importaciones, pero aumentarían nuestras exportaciones.