João Maria Gusmão (Lisboa, 1979) y Pedro Paiva (Lisboa, 1977)
Mercury, 2009
Copia cromógena en color, 140 x 180 cm
Colección Banco de España
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La obra de João Maria Gusmão (1979) y Pedro Paiva (1977), pareja de artistas portugueses formada en 2001 en la Universidad de Lisboa, invita al espectador a cuestionarse su capacidad de percepción con escenas y elementos cargados de misterio que obligan a trabajar la imaginación. Sus esculturas, películas, fotografías e instalaciones son, como ellos mismos las denominan, «ficciones poéticofilosóficas» que muestran su fascinación por lo inexplicable e incluso lo paranormal. Sus últimos proyectos se fundamentan en la «abismología», neologismo acuñado por el escritor René Daumal (1908- 1944) para denominar una ciencia inventada acerca del «abismo», que persigue redefinir la espiritualidad mediante el estudio de los límites de la percepción y la magia de las cosas. En las obras de Gusmão y Paiva podemos ver situaciones y objetos cotidianos sobre los que se superponen capas de ficción, convirtiéndolos en mundos extraordinarios.
Entre la verdad y la ilusión
En la pieza Mercury (2009), según interpreta la crítica de arte Isabel Tejeda, unas manos parecen recoger mercurio en vez de agua. Como en otras de sus obras, esta imagen genera y muestra micromundos en los que se puede visualizar lo inimaginable.
Y es que lo inimaginable ha llegado estos días a nuestras vidas de manera impredecible, generando, como la obra de Gusmão y Paiva, millones de micromundos que viven en la incertidumbre de saber qué pasará. Cuando llegue el día en el que salgamos a la calle, ¿habremos cambiado sustancialmente? ¿o la sociedad volverá a sus inercias actuales?
Una de las cuestiones que con mayor reiteración abordan estos dos artistas es la tensión que provoca lo conceptual entre verdad y e ilusión. Muchas veces se llega a la conclusión de que la realidad es sistemáticamente ignorada, y es la ilusión la que lleva la voz cantante en diálogo con las duplicaciones y ramificaciones que ella misma produce. Estas ideas son trasladadas a lo visual a partir de metáforas inscritas en algo tan cotidiano como coger agua con las manos en el mar o en un río. La metáfora del Covid 19 como un caballo de Troya que nos ayude a crear una nueva situación que gire en torno a lo primordial, y lo del agua y el mercurio no sea nunca más una realidad sino una verdadera ficción conceptual.