Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 1863 – Cercedilla, Madrid, 1923)
Voltaire contando uno de sus cuentos (1905)
Óleo sobre lienzo, 367 x 276 cm
Colección Banco de España
Enlace a Flickr
La Colección Banco de España cuenta en sus fondos con cuatro obras de Joaquín Sorolla y Bastida. Una de la más representativas y singulares es el lienzo de techo titulado Voltaire contando uno de sus cuentos. Una obra que desarrolla el género del «casacón», muy popular en la época, donde era recurrente que los personajes fueran ataviados con esta prenda, a modo de homenaje a un pasado glorioso y prerrevolucionario. Sorolla utiliza para este lienzo de techo el recurso pictórico de la quadratura, que consiste en crear un efecto de ampliación del espacio arquitectónico a través del trampantojo.
La pintura decorativa de Sorolla
Como explica la investigadora Mónica Rodríguez Subirana la pintura decorativa no fue uno de los géneros más predicados por Sorolla, aunque es uno de los que más fama daría al pintor, al ejecuta, a partir del año 1912, los lienzos para la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society of America.
Sin embargo, para entender el origen de esta obra es preciso remontarse a 1905, cuando Sorolla pintó para el ingeniero de montes Calixto Rodríguez la decoración del techo de su casa, cuyo lienzo central será este Voltaire contando uno de sus cuentos, que se acompañaba de cuatro esquinas decorativas en forma de colgantes de flores, que se conservan en colecciones particulares. La relación entre Sorolla y Calixto Rodríguez comenzó años antes, en 1899, cuando el ingeniero comenzó a adquirir obras del pintor valenciano. Calixto llegaría a poseer más de diez cuadros de Sorolla, entre ellos dos retratos suyos y uno de su primera esposa, Martina Lorente de Rodríguez.
Respecto al encargo para la decoración, no tenemos datos sobre cómo surgió o cómo fue sugerido el tema a Sorolla, tan alejado de la temática de su obra. Aún sin saber de quién partió la idea sobre el asunto del lienzo que hoy posee el Banco de España, en el Archivo de Correspondencia del Museo Sorolla se conserva una carta en la que Jacinto Octavio Picón pregunta a Sorolla si los títulos que quiere de Voltaire han de ser de cuentos o de otras obras, y añade que piensa que «dada la índole del techo, deben ser cuentos».
En la biblioteca del Museo Sorolla se conserva una obra de Voltaire en la que se incluyen tres cuentos: Cándido o El optimismo, El sueño de Platón y Cosí- Santa hizo mal y mucho bien. Por lo tanto, es muy probable que en el cuadro se está representando a Voltaire contando el cuento El sueño de Platón, ya que en el cielo se ha dibujado, como una forma creada por las nubes, la figura de un hombre desnudo con la cabeza entre las manos, como pensando o durmiendo. Así, Sorolla habría escogido una de las obras que estaban en su biblioteca, representándola en forma que podríamos denominar de alegoría, mediante esa figura en el cielo, sobre las cabezas de Voltaire (al que vemos de espaldas) y de su audiencia. Este cuento narra la historia de la creación de la Tierra. El gran Demiurgo y eterno geómetra, tras haber sembrado de innumerables globos el espacio, decidió a modo de juego experimentar y darle a los genios que le acompañaban un pedazo de barro con el que moldear sus propios globos. Demogorgon, responsable del que será denominado Tierra, se jactaba de haber creado una obra maestra y pensaba que sería elogiado por sus compañeros, sin embargo, para su sorpresa estos se mofaron de todas las imperfecciones de este planeta plagado de plantas, extraños animales y absurdos seres humanos. Las críticas después llovieron hacia sus compañeros, uno tras otro fueron ridiculizando todos los defectos de Marte, Júpiter, Mercurio o Venus. Finalmente el gran Demiurgo tuvo que zanjar la discordia recordándoles a todos que sus obras eran efímeras e imperfectas ya que solamente él podía crear cosas inmortales y perfectas.
Pero este lienzo ha tenido otras interpretaciones que merecen la pena señalar. En primer lugar, la referenciada en el catálogo razonado del Banco de España de 1988 donde el personaje estaría contando un episodio de Le Taureau Blanc, en que el buey Apis se transforma en un hermoso mancebo, Nabucodonosor, para casarse con Amasida. Por otra parte, la interpretación que relaciona la obra con otro cuento de Voltaire, el de Micromegas, considerado la primera historia de ciencia ficción, donde posiblemente se estaría representando el momento en que el gigante Micromegas filosofa junto al secretario de la Academia de Saturno instantes antes de partir juntos en un viaje por diferentes planetas, momento en el cual la querida del secretario les sorprende y les reprocha el abandono para irse en busca de aventura.
*Texto elaborado a partir del comentario de Mónica Rodriguez Subirana incluido en el Catálogo Razonado de la Colección Banco de España.