Gabriele Basilico – Madrid

Fotografía de Gabriele Basilico (Milán, 1944-2013)
Madrid, 1993
Gelatina de plata sobre papel, 192 x 106 cm
Edición 3/15
Colección Banco de España
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Gabriele Basilico (Milán, 1944 -2013) es uno de los fotógrafos del paisaje urbano e industrial más importantes de todo el mundo. Conocido como el fotógrafo de la ciudad, desarrolló su prolífica investigación en muchas ciudades, dejando en evidencia las profundas transformaciones del paisaje industrial y urbano. Basilico comenzó en las fábricas de Milán, donde el artista se propuso buscar el equilibrio entre el deber social y la experimentación con un nuevo lenguaje fotográfico. Desde ese momento, su objetivo captará desde urbes arrasadas por conflictos bélicos a la esperanza que rezuman las arquitecturas utópicas. La ciudad será por tanto el leit motiv que Basilico empleará para investigar en sus imágenes la identidad contemporánea.

El fotógrafo de la ciudad

“Veo a la ciudad como un gran cuerpo que respira, un cuerpo en crecimiento, en transformación, y me interesa captar sus signos, observar su forma, como un médico que investiga las modificaciones del cuerpo humano. Busco continuamente nuevos puntos de vista, como si la ciudad fuera un laberinto y la mirada buscara un punto de penetración”.

Con estas palabras, el artista Gabriele Basilico introducía en 2005 su proyecto expositivo individual en una célebre galería de Madrid. Un proyecto que aglutinaba el paso del fotógrafo italiano por ciudades como Nápoles, Milán, Buenos Aires, Búfalo, Lausana, Madrid y Berlín.

En la fotografía de la Colección Banco de España, titulada Madrid (1993), se concentra la esencia de Basilico. Una instantánea sin gente en pleno centro de la capital. Tal y como sugiere la historiadora del Arte Isabel Tejeda, el artista no retrataba los lugares conocidos de la ciudad, sus monumentos o hitos turísticos, sino que en cierto modo la antropomorfizaba. En este caso, nos muestra la trasera del Círculo de Bellas Artes, imagen tomada subrayando el punto de vista humano, el del flâneur que deambula y gira una calle sin saber —y sin importarle— a dónde le lleva.