El Banco de España dedica por primera vez una exposición a analizar el impacto del movimiento "art déco" en su sede principal de Cibeles. Su ampliación en la década de los años 30, de la mano del arquitecto José Yárnoz Larrosa, supuso la creación de dos de sus principales espacios arquitectónicos: el Patio de Operaciones, que conserva una de las mejores vidrieras art decó de Europa, y la emblemática Cámara del Oro, inaugurada tan solo unos meses antes del inicio de la Guerra Civil.
Alegorías de un porvenir se centra en este episodio clave para la institución, un proyecto que combinó ingeniería, diseño, artes decorativas y mensaje institucional. También indaga en las contradicciones y tensiones de una época en la que la modernidad se convirtió en un horizonte deseado y, al mismo tiempo, en un terreno de disputa.