Promover la estabilidad de los sistemas financiero y de pago

El desarrollo de estas funciones, siempre en coordinación con el Eurosistema, tiene como objetivo afianzar la seguridad y eficiencia del sistema financiero y del sistema de pago.

La estabilidad financiera, entendida como aquella en la que los sistemas monetario y financiero operan de forma fluida y eficiente, supone que las entidades de crédito distribuyen los fondos que reciben de los ahorradores entre los demandantes de recursos y atienden con normalidad los servicios bancarios que proveen a su clientela.

Para alcanzar este objetivo, el Banco de España vigila de manera especial a las entidades de crédito: por un lado, con el desarrollo de una regulación específica que preserva el buen funcionamiento de las entidades, fortalece su capacidad de resistencia ante acontecimientos adversos y armoniza los intereses de las partes (bancos, ahorradores e inversores) con los intereses generales; y, por otro, con una labor de supervisión que trata de verificar el cumplimiento de las normas bancarias y, en particular, las contables, las relacionadas con su solvencia, las de protección de la clientela y las de transparencia hacia los mercados.

Finalmente, la vigilancia, seguridad y eficiencia de los sistemas de pago se materializa de distintas formas, que van desde la simple supervisión (diseñando el sistema para prevenir y anticipar posibles riesgos y ocupándose de la operativa diaria) a la gestión absoluta del sistema.